Los datos del tercer trimestre muestran algunos síntomas positivos que no bastan para recuperar una situación similar a la que había antes de la emergencia sanitaria.

El volumen de los nuevos préstamos creció, pero, a precios constantes, sigue siendo más bajo que en 2017. Los tipos de interés de las nuevas operaciones han vuelto a bajar y, por primera vez en dos años, son inferiores a los que había un año antes. No obstante, los tipos de interés más que duplican la media que exhibían entre 2017 y 2022.

Según la Encuesta de Préstamos Bancarios (EPB) del Banco Central Europeo (BCE), la demanda de préstamos por parte de las pymes tuvo su segundo incremento consecutivo, lo que no ocurría desde hacía tres años.

En el tercer trimestre, los criterios de las entidades para conceder nuevos préstamos se mantuvieron sin cambios, por lo que conservan un sesgo restrictivo. Algo similar ocurre con la proporción de solicitudes de préstamos rechazadas, que permanecen inmóviles por cuarto trimestre consecutivo, lo que conlleva una estabilización en niveles elevados.