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Observatorio de Morosidad. IV Tri 2023

Del mismo modo que en los trimestres anteriores, la alta inflación continuó siendo una característica central del entorno económico durante el último trimestre de 2023. Solo basta señalar un dato: el IPC subyacente, a impuestos constantes, tuvo en el trimestre señalado una variación interanual de 4,7%, siendo el séptimo trimestre consecutivo en el que esa medida de la inflación se mantuvo por encima de 4%.

El impacto de la inflación lleva a las empresas a intentar reducir los plazos para cobrar sus facturas, evitando así, al mismo tiempo, la pérdida de poder adquisitivo de sus créditos y tener que asumir mayores costes financieros para financiar sus ventas. No obstante, pese a ese intento, los datos muestran un incremento del esfuerzo financiero vinculado con la deuda comercial.

Como es habitual, analizamos la morosidad empresarial desde ángulos distintos y complementarios, aprovechando la valiosa información proporcionada por CESCE e Informa D&B. Esto incluye períodos promedio de pago, índices de morosidad, porcentaje de ventas con plazos prorrogados y la distribución de las facturas pagadas según sus plazos de pago. A partir de esa información, estimamos el esfuerzo financiero requerido para gestionar la deuda comercial.

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