Tras una etapa en que la actividad empresarial ha sido señalada, CEPYME llama al inicio de una nueva fase. Nueva fase que parta de recordar que “la libertad empresarial, en el marco de la economía de mercado”, tal como recoge la Constitución, es la base sobre la que se fundamenta la prosperidad de todos. La aportación de la empresa en nuestro país no puede ser olvidada, tanto por su generación de empleo y de recursos necesarios para el estado de bienestar y la política pública del Gobierno, como por su capacidad de inversión, de asunción de riesgos o de satisfacción de las demandas y necesidades de los consumidores aplicando innovación y desarrollo para conseguirlo.

Sin empresa no hay empleo, ni recaudación fiscal, ni, por lo tanto, posibilidad alguna de financiar el estado de bienestar, pero tampoco habría ni inversión ni capacidad de innovación.