CEPYME destaca el crecimiento del empleo, aunque recuerda que el dato de octubre aún no refleja el impacto de la Dana

La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) destaca el crecimiento de los datos de afiliación de octubre, pero advierte que aún no recogen los efectos de la Dana producidos en los últimos días del mes y posteriores, ya que han sido afectadas un gran número de empresas, especialmente pymes y microempresas.

La afiliación a la Seguridad Social ha crecido un 0,63% en octubre (+134.307) y en términos medios se sitúa en los 21,3 millones de cotizantes. El dato es positivo, pero encierra debilidades. Por un lado, la empresa española sigue aumentando el empleo sin que se produzca un incremento de la productividad. Por otro, durante 18 meses consecutivos el empleo público crece a mayor ritmo (3,49%) que el privado, a la luz de los datos del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

Precisamente, el buen dato de empleo ha estado impulsado en el último mes por las actividades educativas, que han supuesto la creación de 166.642 puestos de trabajo (+15,4%), algo que enjuga en parte los fuertes descensos de afiliación en sectores de actividad asociados al turismo, como la hostelería, que ha perdido 48.106 afiliados en octubre.

CEPYME considera que las fuertes alzas de costes impositivos y labores soportadas por las pymes, a las que se unirán las que se avecinan a partir de enero -recargo de solidaridad, nuevo SMI- están detrás de la hipersensibilidad de determinados sectores al ciclo estacional.

Es el caso de la hostelería, un sector especialmente intervenido por las alzas acumulativas del salario mínimo interprofesional, las fuertes subidas de cotizaciones sociales, y de los ramos más vulnerables ante una eventual reducción de jornada forzosa que volvería a impactar a la baja en sus costes.

Desde CEPYME se reitera la preocupación ante el debilitamiento del sector agropecuario, que viene perdiendo empleo en términos interanuales durante 39 meses seguidos. También este sector refleja el fuerte impacto de los altos costes impositivos, laborales y del SMI, así como de una previsible reducción de jornada a igual salario, difícil de aplicar en tareas dependientes de la climatología y relativas a productos perecederos.

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