La Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) lamenta que la Unión Europea bloquee nuevamente la tramitación del reglamento europeo sobre morosidad privada. El Consejo de Competitividad de la Unión Europea, reunido esta tarde, ha pospuesto la aprobación de la Propuesta de la Comisión de Reglamento de morosidad en operaciones comerciales por falta de acuerdo entre los países.
CEPYME muestra su preocupación no solo ante este nuevo escollo en la tramitación del reglamento, sino también ante las dudas mostradas por parte de algunos países de tramitar esta normativa europea a través de un Reglamento y reabrir el debate sobre la posibilidad de aprobar una Directiva sobre morosidad en operaciones comerciales. La Confederación española considera prioritario homogeneizar la regulación para combatir la morosidad en el ámbito europeo y garantizar las mismas condiciones para todas las empresas europeas, un cambio que solo estaría garantizado por un reglamento europeo.
Por este motivo, CEPYME, que a través de su Observatorio de Morosidad ha intensificado sus trabajos en la lucha contra la morosidad, insta al Gobierno de España y al resto de Gobiernos europeos a que continúen impulsando la normativa común sobre morosidad y a alcanzar un acuerdo en el próximo Consejo de Competitividad, que ya se celebrará bajo la Presidencia húngara. La aprobación por parte del Consejo de la Unión Europea es imprescindible para concluir la tramitación de dicha norma, ya que es la parte legislativa que todavía quedaba pendiente tras el visto bueno del Parlamento Europeo, realizado el pasado 20 de marzo. Cabe recordar que todavía el nuevo Parlamento Europeo debería ratificar la decisión tras la celebración de las elecciones europeas.
Asimismo, el Observatorio de Morosidad de CEPYME considera imprescindible que se tenga en cuenta la realidad de la empresa, especialmente de las pequeñas y medianas, y las condiciones especiales de los sectores económicos y que su aplicación tenga resultados eficientes en la práctica, reduciendo los plazos medios de pago, que ocasionan graves problemas de liquidez y de financiación a las pymes.