CEPYME muestra su preocupación por la moderación en el empleo y los elevados costes laborales, que penalizan especialmente a las pymes

La afiliación a la Seguridad Social cayó en julio en 9.783 afiliados, situándose en un total de 21,38 millones de ocupados. Este descenso, que se explica fundamentalmente por el retroceso de la afiliación en el sector de educación, es el peor dato para este mes de la serie histórica y refleja una moderación en el crecimiento del empleo, cuya tasa interanual se sitúa en el 2,35%, trece décimas menos que el mes anterior.

El dato de paro registrado confirma este menor vigor en el mercado de trabajo, con una caída del paro en el mes de julio de 10.830 personas, ligeramente inferior a la caída del mismo mes del año anterior (-10’968), situándose la cifra total de parados en 2.550.237 personas. Sin embargo, hay que recordar que en el paro registrado no se computan a los fijos discontinuos, de manera que el paro efectivo podría elevarse en más de 600.000 personas.

Por sectores, la educación encabeza la destrucción de empleo, con -126.835 afiliados, una situación que no es extraña en este mes de julio, pero que empeora la registrada el pasado año, con una pérdida de casi 12.000 empleos más. También la agricultura perdió 30.000 afiliados. Por el contrario, las actividades sanitarias encabezaron la creación de empleo, con 48.578 cotizantes más (49.346 en el mismo mes del año anterior), seguida por el comercio, con 43.546 cotizantes nuevos (41.099 en julio de 2023). La hostelería registró 13.000 nuevos cotizantes, muy por debajo de los más de 23.000 de un año antes.

CEPYME muestra su preocupación por esta moderación en el comportamiento del empleo en plena campaña estival. Aunque en el mes de julio tradicionalmente la creación de empleo es menor que en los meses precedentes, en esta ocasión se destruye empleo, registrando el peor dato de la serie histórica.

En este sentido, la Confederación advierte de la elevada incertidumbre que aún pesa sobre la economía española, de la resistencia a la baja de la inflación y del preocupante incremento de los costes de todo tipo, pero especialmente de los laborales, casi un 19% superiores a los de antes de la pandemia, y de la subida de las cotizaciones sociales, que obstaculizan la creación de empleo especialmente en las pymes, y la inversión, cuya recuperación sigue siendo muy lenta tras la crisis.

La Confederación de las pymes considera necesario despejar las incertidumbres y configurar un marco más estable para la actividad productiva, con políticas que contribuyan a impulsar la inversión y la creación de empleo y la adaptación de las empresas, especialmente las pymes, a los retos de la digitalización, la retención de talento y la sostenibilidad.

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