La desaceleración económica que ya se atisba en el último tramo de este año impactará negativamente en el empleo el próximo ejercicio, con una caída de casi un punto en la creación de puestos de trabajo, desde el 2,9% previsto para el cierre de 2023, hasta el 2% en 2024.
Este impacto negativo será especialmente perjudicial para las microempresas, las más débiles ante el escenario de inflación, restricción del crédito, encarecimiento de la financiación y aumento de costes laborales y fiscales.
Así se desprende de la última edición del Boletín Trimestral de Empleo en las Pymes, elaborado por Randstad Research y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), en el que se estudia la evolución futura del empleo por tamaño de empresa y por rama de actividad. En un contexto como el actual, con claras dificultades de las empresas para encontrar trabajadores, este estudio contribuye a identificar las áreas de actividad con más potencial de crecimiento, una información muy relevante para que las empresas puedan hacer sus proyecciones de crecimiento y desarrollo en los próximos meses.
Según las previsiones del informe, en los dos últimos trimestres de 2024 hay potencial para crecimientos del empleo por encima del 3% en todos los tamaños de empresa menos en las microempresas, que crecerán en sendos trimestres entre el 1% y el 1,5%, tras un retroceso previsto del 0,6% interanual entre abril y junio. El pequeño tamaño hace a las microempresas más sensibles a la desaceleración y el entorno económico más adverso.