El compromiso de las empresas con el empleo no basta para mitigar los efectos de la desaceleración en el mercado laboral

El mercado laboral va dando muestras de desaceleración en los inicios de este otoño, que se prevé más duro para unas pymes expuestas a la elevada inflación acumulada, la restricción y encarecimiento del crédito y fuertes alzas de costes, especialmente los laborales.

Después de una satisfactoria campaña veraniega, a pesar del escenario económico más débil, adverso y la mayor incertidumbre, los datos de afiliación y paro de septiembre ponen de manifiesto una evolución desigual del mercado laboral por sectores y territorios que demanda políticas más quirúrgicas y un mayor aliento a la inversión.

La Confederación prevé que la desaceleración se traslade al mercado laboral en los próximos trimestres, en el marco de una coyuntura que no es la mejor para las empresas y que las aboca a tener dificultades para mantener el empleo.

Las pymes han sufrido durante los últimos trimestres una fuerte subida de costes, del 19,3% en dos años, lo que ha estrechado sus márgenes y posibilidades de ganar tamaño. La posible ralentización de la actividad y el encarecimiento del crédito hacen temen por una aún mayor reducción de sus márgenes.

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